Anne Rice - La Bella durmiente

by - febrero 13, 2017

01- El Rapto de la Bella Durmiente

Tras cien años de sueño profundo, la Bella Durmiente abrió los ojos al recibir el beso del príncipe. Se despertó completamente desnuda y sometida en cuerpo y alma a la voluntad de su libertador, el príncipe a la Corona de un reino desconocido para ella, quien argumenta que por haberla liberado de ese sueño maldito a ella y a su reino ahora le pertenece para prestar vasallaje (En la sociedad medieval, vínculo de dependencia y fidelidad que una persona establece con su señor.) en su reino, ahora el príncipe por ser su dueño por tiempo indefinido, le ordena que de ahora en adelante toda actividad la tendrá que hacer sin prenda alguna; lo cual a la princesa le parece un castigo. Al llegar al reino del príncipe, la princesa Bella descubre que no es la única que está siendo esclavizada, ya que observa a varios príncipes en su misma situación, desnudos, pero ella logra percatar algo peculiar en todo ello, que los demás príncipes y princesas no están sufriendo como ella, que cada momento que pasa lo disfrutan, y ella en lo único que puede pensar es de qué forma va a poder sobrevivir a tal humillación y que cosas atroces le deparan.



02- El Castigo de la Bella Durmiente

Durante todo el año, los lugareños ahorraban cuanto podían para el día en que, por unas cuantas monedas, podían adquirir un esclavo altivo, un príncipe elegido para servir, adiestrado y preparado para la corte, que entonces durante todo el verano debía de obedecer a cualquier humilde sirvienta o mozo de cuadra que pujara lo suficiente en la subasta pública. El jefe de patrulla no podía evitar anticiparse al final del verano e imaginar a estos mismos jóvenes ahora quejosos y forcejeantes, en el momento de ser devueltos, tras concienzudos castigos, con las cabezas inclinadas y las bocas calladas, en la más completa sumisión.



03 - La liberación de la Bella Durmiente

Tras cien años de sueño profundo, la Bella Durmiente abrió los ojos al recibir el beso del príncipe. Se despertó completamente desnuda y sometida en cuerpo y alma a la voluntad de su libertador, el príncipe, quien la reclamó de inmediato como esclava y la trasladó a su reino. De este modo, con el consentimiento de sus agradecidos padres y ofuscada por el deseo que le inspiraba el joven heredero, Bella fue llevada a la corte de la reina Eleanor, la madre del príncipe, para prestar vasallaje como una más entre los cientos de princesas y príncipes desnudos que servían de juguetes en la corte hasta el momento en que eran premiados con el regreso a sus reinos de origen. Deslumbrada por los rigores de las salas de adiestramiento y de castigo, la severa prueba del sendero para caballos y también gracias a su creciente voluntad de complacer, Bella se convirtió en la favorita del príncipe y, ocasionalmente, también servía a su ama, lady Juliana. No obstante, no podía cerrar los ojos al deseo secreto y prohibido que le suscitaba el exquisito esclavo de la reina, el príncipe Alexi, y más tarde el esclavo desobediente, el príncipe Tristán. Tras vislumbrar por un instante al príncipe Tristán entre los proscritos del castillo, Bella, en un momento de sublevación aparentemente inexplicable, se condenó al mismo castigo destinado para Tristán: la expulsión de la voluptuosa corte y la humillación de los arduos trabajos en el pueblo cercano.



04 - El reino de la Bella Durmiente

Descubre El reino de la Bella Durmiente, la cuarta novela de la exitosa serie de la Bella Durmiente.
«De noche, con la cabeza apoyada en la almohada, a veces soñaba con el rey Laurent y la reina Bella: ¿cómo eran realmente en su desnuda servidumbre? El rey tan fuerte, animado y lleno de vida, y Bella, con sus legendarios cabellos rubios y sus ojos azules, una grácil esclava admirada por todos…»
Anne Rice regresa al misterioso reino de la reina Eleonor en este nuevo capítulo de su serie de la Bella Durmiente, después de La liberación de la bella durmiente. Cuando informan de que la gran reina ha muerto, Bella y Laurent regresan al reino que abandonaron veinte años atrás. Bella acepta ocupar el trono, pero insiste en que todos los servicios eróticos han de ser voluntarios. Innumerables y entusiastas príncipes, princesas, lores, damas y plebeyos viajan al reino de Bella, donde esta y su esposo anuncian una nueva era de deseo, anhelo y éxtasis.


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